La Dirección General de Tráfico (DGT) ha reducido el margen de error de toda su red de radares fijos y los móviles que utiliza la Guardia Civil y aplica un nuevo sistema para que las infracciones más leves no queden sin castigo, en una operación denominada ´Operativa 7´.
Hasta ahora el margen de los radares estaba por encima de su propio margen de error técnico (situado en el 7% para los radares móviles y en el 4% para los fijos, aproximadamente), pero las diferentes jefaturas de la Guardia Civil de Tráfico establecían unos margenes mayores de forma discrecional entre 10 y 20 km/h por encima de la velocidad máxima.
A partir de ahora, sea cual sea el tramo y el tipo de carretera, se tomará en cuenta el 7% como el desfase máximo permitido para los radares móviles y un 5% para los fijos. Es decir, en un tramo en el que haya que circular a 120 kilómetros por hora, el radar dará aviso de infracción cuando se superen los 126 kilómetros por hora en el caso de un radar fijo o 128 en el caso de uno móvil.
La medida ya se puso en marcha en Galicia este verano como prueba pero ahora se extenderá a toda España. Según recoge el La Voz de Galicia, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo considera que “la operativa no está justificada por la siniestralidad, sino por un claro afán recaudatorio de la Administración”.