La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión, pagó 360.000 euros por un estudio sobre el impacto de la piratería sobre las ventas de música, libros, películas y videojuegos con copyright. Y cuando los resultados no le gustaron, lo ocultó para no hacerlo público.
La responsable de dicho estudio fue la firma neerlandesa Ecory, que a lo largo de 304 páginas escritas tras un estudio de muchos meses, examina el impacto de la piratería sobre el contenido con copyright. Y aunque sus conclusiones son muy amplias y completas, se resumen muy claramente: “En general, los resultados no muestran evidencias estadísticas sobre el desplazamiento de ventas por la infracción online de copyright”. En otras palabras, piratear contenido no daña a las ventas.
Irónicamente, el estudio sugiere que la piratería puede incrementar la venta de videojuegos a través de descargas ilegales y de streaming de vídeos. El único apartado donde señala un apartado negativo es en el cine de taquillazos, pues por cada diez peliculas que se ven ilegalmente, se ven cuatro menos de forma legal.
Según European Digital Rights (EDRI), una organización por la defensa de los derechos de los usuarios de Internet, asegura que el estudio se ocultó intenciontalmente y que sólo es utilizaron los aspectos en los que sí señala que daña a la industria del cine en una publicación académica de 2016 escrita por dos comisarios de la Unión.
El estudio ha salido a la luz sólo porque Julia Reda, un miembro del Parlamento Europeo que representa al Partido Pirata Alemán, lo ha subido a su blog personal, donde puede leerse integralmente en inglés. Para conseguirlo, Reda tuvo que hacer una solicitud a través de un organismo para acceder a documentación y estudios realizados para la Unión.